
La experiencia es tan dolorosa que unirse, contarlo, sentirse escuchadas y, en definitiva, arropadas, les ayuda a superar esta realidad o, mejor dicho, este trauma silenciado.
Hablamos de madres que han vivido el fallecimiento de algún hijo durante el embarazo o en las primeras semanas tras el nacimiento. Una realidad socialmente estigmatizada y más habitual de lo que parece, a la que la asociación Matrioskas ha decidido hacer frente visibilizando esta situación y ofreciendo terapia y escucha empática.